TRIBUNA
febrero 2008
Más de lo mismo
Gregorio Casamayor y Oscar Dalmau,director académico y consultor de IL3 - UB
Las compañías impulsan programas de formación continua como una herramienta para mejorar, a través del desarrollo de sus profesionales, determinados indicadores de su actividad empresarial. En este sentido, la formación continua se convierte en una herramienta útil para: actualizar y poner al día los conocimientos, facilitar el desarrollo de nuevas competencias, potenciar la interrelación del profesional con otros elementos o ámbitos corporativos (cultura organizacional, responsabilidad social corporativa, valores...), etc.
La metodología: la importancia del cómoLa metodología de la formación continua debe estar centrada en el participante, en el rol de éste, en qué actividades va a realizar y qué procesos intelectuales va a ejercitar. Sin un cambio de conducta no hay aprendizaje. Así pues, no basta con memorizar un dato o conocer un proceso, conviene saber utilizarlo. Por lo tanto, podemos decir que hemos aprendido algo nuevo cuando somos capaces de matizarlo, de solucionar nuevos y diferentes problemas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario